jueves, 13 de diciembre de 2012

Alejandro Dumas y la fábrica de novelas



Existe una anécdota, quizás falsa, que dice que en un encuentro entre Alejandro Dumas y su hijo, el autor de El conde de Montecristo le preguntó a su descendiente:
–¿Ya leíste mi última novela?
A lo que el hijo respondió sarcásticamente:
–Yo ya, ¿y tú?
Es bien sabido que Dumas tenía un ejército de asistentes que esbozaban sus novelas. Él, después, con su pluma maestra, les daba su toque, el toque Dumas, y las firmaba como enteramente suyas. Desde entonces y hasta la actualidad tal procedimiento ha sido muy cuestionado. Algunos, sin embargo, no lo encuentran en absoluto inmoral. Alegan que es como si un escultor fuera cuestionado porque alguien le proporciona el mármol que usará para crear una escultura.
Yo creo que esa analogía del escultor no viene al caso, porque a Dumas no sólo le proporcionaban el mármol, en realidad a su obra le daban varias cinceladas. Su labor era prácticamente la de un crítico que después de analizar una obra sugiere correcciones. Dumas en esas correcciones ponía su parte, lo cual, desde luego, constituye apenas un mínimo porcentaje en la coautora.
Otra anécdota que demuestra un poco el no siempre recto proceder de Dumas, la brinda su fuente de inspiración para Los tres mosqueteros, un libro que contenía las memorias de un tal D'Artagnan y que él sustrajo de la biblioteca pública de Marsella. Jamás lo devolvió. Incluso la ficha de préstamo continúa allí sólo como una reliquia, porque es poco probable que un descendiente de Dumas se presente un buen día a devolver el libro.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

La calentura senil de Philip Roth


                                          Titulo: El animal moribundo
                                          Autor: Philip Roth
                                          Año de publicación: 2001

He leído recientemente El animal moribundo, una novela de Philip Roth que trata sobre los últimos polvos de un hombre envejecido, y la certeza que tiene éste de que sí, en efecto, son los últimos. La resignación le resulta más difícil debido a que ése precisamente, el de follar, ha sido su mejor pasatiempo durante su larga vida. Y por si eso fuera poco, todavía le queda despachar con dignidad a una despampanante cubana que se bambalea encima de él con toda la energía de su juventud.
El anciano en cuestión es un culto profesor llamado David Kepesh que no ejerce la docencia por amor a la sabiduría, sino para estar cerca de jóvenes universitarias y llevárselas a la cama tras una seducción sustentada en su imagen de hombre culto.
Kepesh presume de su larga trayectoria como seductor de alumnas. Es un experto  en marearlas con su experiencia, pero la virilidad se pierde, llega en la vida un momento en que el falo ya no es capaz de enderezarse, aunque el cerebro la mande la orden con carácter de urgente. Kepesh sabe que está en las últimas cuando al iniciar un curso se sienta frente a él la buenísima cubana-estadounidense Consuelo Castillo.  
Cuando llega el momento planeado por Kepesh en que están a solas y él puede ponerle las manos encima del culo, Consuelo le advierte que nada serio puede haber entre ellos. Ingenuidad de juventud, piensa el viejo calenturiento. ¿Acaso él quiere una esposa, una pareja estable, tener hijos a los cuales ir a corretear al parque, como si no fuera poco el tiempo que tendrá el alma pegada al cuerpo?
Seducir a la hermosa cubana al maestro le resulta fácil. Es una cierva caminando en el hielo para un cazador experimentado. Pero satisfacerla, ¿le resultará igual de fácil? Kepesh sabe que no, pero tampoco puede retirarse una vez que la tiene a su disposición. Sus recursos son pocos, le es necesario dosificar su rendimiento, sustituir la virilidad con la experiencia en la medida de sus posibilidades y en la medida que ella se lo permita, porque tampoco puede reprimirle sus acelerados movimientos tan propios de su juventud.
Kepesh es como un soldado que sólo cuenta con una bala en su arma. Se cuida de no gastarla antes de ganar terreno, no puede darse el lujo de tener un orgasmo porque sólo dispone de uno para apaciguar la intensidad de la joven cubana. Si se le escapa el tiro antes de tiempo estará perdido.
En resumen, una típica y agradable novela de Roth llena de belleza literaria y de defectos. Porque Roth, tan grande como pocos y merecedor del Nobel de Literatura, también es capaz de meter la pata y en esta novela lo hizo más que en otras.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Reseña: La caída de la Casa Usher, de Edgar Allan Poe


                                      Titulo: La caída de la Casa Usher
                                      Autor: Edgar Allan Poe
                                      Año de publicación: 1839

Éste es considerado como uno de los mejores relatos de terror de Poe. Discrepo un poco pero no niego que es obra de gran calidad, muy digna de su autor. Y precisamente muy al estilo de Poe, nos encontramos con un protagonista narrador sin nombre que en este caso es invitado por su mejor amigo de la adolescencia a pasar unos días con él en su muy antigua mansión.
El amigo es el último varón de dinastía Usher, una rara familia que extrañamente nunca ha tenido ramas colaterales, además de que sus pocos miembros siempre han sido enfermizos y de comportamiento nada habitual.
El protagonista encuentra a su amigo devastado por sus no pocas enfermedades, viviendo como una rata en su deteriorada mansión y con un aspecto de muerto que lo deja profundamente impactado.
Usher sólo tiene una hermana, también demasiado enfermiza que promete ir a la tumba más pronto que él. Los dos amigos pasan los días leyendo libros y escuchando la rara música que Usher produce con su guitarra en los fríos y oscuros aposentos de la mansión.
Aun cuando la hermana de Usher muere, todo sigue pareciendo normal, triste, pero normal: una casa antigua y deteriorada habitada por un hombre enfermizo, gris y solitario que espera su pronta muerte. Sin embargo, no sería éste un relato de Poe si no nos esperara algo de terror al final, el necesario para un buen desenlace que no obstante para mi gusto se ha quedado corto.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Reseña: Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas



                                       Titulo: Los tres mosqueteros
                                       Autor: Alejandro Dumas
                                       Año de publicación: 1844

En esta novela es en la que se ve nacer, literariamente hablando, a uno de los personajes más emblemáticos de la literatura universal, del heroísmo que rodea la ficción y del cine: D'Artagnan. En 1625, siendo muy joven, llega a París proveniente de su natal Gascuña, con la intención de cumplir el sueño de su vida, convertirse en uno de los legendarios mosqueteros.
Portando una carta de recomendación de su padre para su antiguo amigo, el capitan de los mosqueteros, el joven D'Artagnan cree tener grandes posibilidades de alcanzar su objetivo sin mucho esfuerzo, pero es valentón e imprudente y no tarda en meterse en problemas que terminan inviablemente en duelos. Al poco de llegar a París ya se ha batido con el matón de confianza del hombre más poderoso de Francia, el cardenal Richelieu, y ha pactado un duelo con cada uno de los tres más famosos mosqueteros a las órdenes del Rey: Porthos, Aramis y Athos.
Afortunadamente para los mosqueteros, antes de que D'Artagnan los mate aparecen los esbirros de Richelieu, a quienes los cuatro se enfrentan logrando una aplastante victoria. La hazaña le vale a D'Artagnan la amistad de los otros mosqueteros y el reconocimiento del propio Rey.
Y así es como empiezan sus aventuras al servicio de la corona, combatiendo a Richelieu, ayudando a la reina para que el Rey no descubra su “amistad” con el duque de Buckingham, un inglés y enemigo de Francia, y enfrentando a una de las mujeres más crueles y perversas de la literatura universal, Milady, una asesina despiadada con un cerebro brillante y una belleza que le sirve para llevar a cabo todos sus macabros planes.
Los tres mosqueteros es indudablemente uno de los grandes clásicos, pero también es una novela con ciertos defectos muy perceptibles. La ingenuidad que en algún momento llega a mostrar el héroe D'Artagnan es literatura para menores de doce años. Alguna vez leí que si esta novela no se lee en la adolescencia ya después es imposible disfrutarla, y estoy casi de acuerdo con ello.
Otro aspecto a resaltar de la obra es su contribución para convertir al cardenal Richelieu en uno de los más odiados villanos de la historia. El fulano fue un brillante hombre de Estado que transformó a Francia en uno de los países más poderosos de Europa. Quizás fue tan malo como cualquier otro político, pero pocos de los otros políticos han sido tan inteligentes como él. Al ser Richelieu el malísimo de Los tres mosqueteros, y al ser ésta una de las novelas más famosas de Dumas, se le ha pegado la fama de ser uno de los mayores tiranos que han existido.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Reseña: Drácula, de Bram Stoker


                                       Titulo: Drácula
                                       Autor: Bram Stoker
                                       Año de publicación: 1897

Drácula es una de las novelas más leídas de todos los tiempos. Es despreciada y bien valorada; tiene grandezas y miserias, morales y literarias, y sobre todo tiene el privilegio de ser ya uno de los clásicos de la literatura, traducida a un nada despreciable número de idiomas y llevada al cine en versiones poco y nada fieles, pero que no dejan de ser Drácula, un nombre y un titulo que está asociado de manera inseparable a los seres chupa sangre.
Estamos frente a una historia narrada de manera epistolar. Todo lo que sabemos es por cartas, diarios, artículos periodísticos, informes y demás textos escritos por los diferentes personajes que aparecen en la novela.
Todo inicia con el diario de Jonathan Harker, un joven abogado londinense que es enviado por su jefe a Transilvania para que ponga al corriente de sus adquisiciones a un acaudalado conde que vive en un milenario castillo incrustado en una montaña.
Harker llega al castillo del conde Drácula con miedo. Ya antes de llegar los pobladores de esas inhóspitas regiones le habían dejado claro cuánto miedo le tenían. Al principio descubre en su cliente a un anciano sumamente educado, culto y evidentemente muy rico, con sus rarezas, pero quizás asociables a su país.
Al poco tiempo las impresiones de Harker cambian rotundamente. Según puede ver, el conde no come, tiene la fuerza de veinte hombres, no se refleja en los espejos, puede trepar por los muros de su castillo con la facilidad de una araña y es infinitamente malvado. Pero hay algo aún peor que eso. Drácula pretende ir a Londres y evidentemente no lleva las mejores intenciones.
Pasados los primeros capítulos de la novela, que corresponden al diario de Harker, la narración continúa por medio de cartas y diarios de habitantes de Londres y Whitby. Algo extraño pasa allí. Un barco cargado de desgracias y muertos llegó al puerto de Whitby y a raíz de eso empiezan a ocurrir cosas muy raras. Mina Murray, la novia de Jonathan Harker, y su amiga Lucy Westenra empiezan a ser rodeadas por un extraño ser y por un ambiente terriblemente escalofriante. Al poco tiempo Lucy enferma, tiene por las noches horribles pesadillas y lleva dos pequeños orificios en el cuello que no cicatrizan, como si cada día alguien los renovara.
El prometido de Lucy, Arthur Holmwood, y su amigo John Seward, también enamorado de ella, ante la rareza de los acontecimientos, deciden pedir ayuda a un personaje experto en enfermedades misteriosas que puede hallar una luz en la oscuridad.
El indicado es el doctor Abraham van Helsing, un misterioso personaje que al poco tiempo descubre que hay en Londres un vampiro, que es infinitamente poderoso y astuto y que si no se le detiene sembrará la ciudad de muertos y de muertos vivientes, como él.
Sin duda Drácula es una novela interesante. Tiene un argumento que en su época resultó muy original. Es la base y plataforma de la literatura vampirica que tanta fuerza ha cobrado en nuestros días, pero también es una novela con sobrados errores que Stoker no supo evitar y que la acompañan y  sirven para que a veces la crítica le dé tremendas sacudidas.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Reseña: El jardín de los frailes, de Manuel Azaña


                                       Titulo: El jardín de los frailes
                                       Autor: Manuel Azaña
                                       Año de publicación: 1926
                             

Mientras que los propósitos políticos de Azaña en la Segunda Republica Española han sido, son y seguirán siendo cuestionados, sus facultades como orador y escritor difícilmente podrán descalificarse. Azaña fue un hombre muy dueño de la palabra, oral y escrita, y de ello dejó buenos testimonios.  Quizás su producción literaria habría sido más amplia de no haberse encontrado en un puesto tan importante en uno de los momentos más difíciles de la historia de España.
El jardín de los frailes es su única novela, una novela sin hilo conductor más que el propio proceso evolutivo en el aspecto intelectual del narrador. Y éste viene a ser el propio Azaña, quien se explaya en un largo discurso sobre su época de estudiante en El Escorial, rodeado de frailes que imponen una disciplina medieval con un sin fin de conductas anacrónicas mientras el futuro líder español pasa de adolescente a hombre.
La prosa de la novela es bastante densa, parsimoniosa, difícil de leer en sus momentos, pero también se encuentra llena de filosofía, de la filosofía de Azaña, un personaje que aun con su fracaso como político indudablemente tuvo una mente brillante.

martes, 23 de octubre de 2012

Reseña: Una semana de lluvia, de Francisco García Pavón


                                   Titulo: Una semana de lluvia
                                   Autor: Francisco García Pavón
                                   Año de publicación: 1970

Francisco García Pavón fue de alguna manera el precursor del género policíaco en la literatura española. Sus historias son un tanto originales, ya que no situó sus crímenes y sus investigaciones en una metrópoli como Barcelona o Madrid, sino en su pueblo natal, Tomelloso, y su detective fue el jefe de la guardia municipal, Manuel González, alias Plinio, acompañado de su fiel ayudante, don Lotario.
Aunque la crítica ha querido separar casi de manera radical a Plinio de Sherlock Holmes, no se puede negar cierta influencia del inglés sobre el español, tan siquiera por la existencia del fiel don Lotario, quien como Watson es médico (aunque de animales). Y es que una característica casi obligatoria en todos los hijos bastardos del Holmes era precisamente un ayudante fiel, gris y a veces medio tontorrón que venía a hacerla de narrador y en este caso de chofer de su señor.
Una semana de lluvia es una novela que me ha encantado y me ha decepcionado. Y vaya por delante que pocas novelas logran ambas cosas. Inicia con un entramado interesante. En Tomelloso, justo cuando una constante lluvia que se prolonga por días arruina la feria, surgen casos extraños de mujeres que se suicidan embarazadas o que cuando menos le han dado gusto al cuerpo recientemente. Esto hace correr rápido el rumor de que en el pueblo anda un semental suelto que a sus elegidas les exige guardar el secreto y ellas, fieles, prefieren suicidarse antes de revelar quién las ha deshonrado.
A los suicidios y preñadas se viene a sumar un asesinato en condiciones más que extrañas, inoportunas, y Plinio, ignorando la lluvia y los problemas que le causa, da inicio a una investigación en la que nada cuadra. Mientras tanto, los habitantes de Tomelloso claman porque sea castigado el follador desconocido que donde pone el ojo pone el falo y embaraza a la primera embestida. O al menos eso se cree.
Francisco García Pavón en esta novela explora dos géneros: el policíaco y el costumbrista. En el primero el fracaso es notable. No hay suspenso para el lector, no hace interesante a ninguno de los sospechosos, no hay un ligue entre las diferentes pistas y al final la resolución de los crímenes es apresurada, por decir lo menos.
Pero haciendo la evaluación desde el género costumbrista, no puedo menos que decir que la novela es de calidad notable. García Pavón hace un retrato bastante agradable del español rural de los 70s; nos dibuja a personajes simples, con sus problemas, sus sueños, sus miserias y sus apetitos de todo tipo. En este aspecto la novela no es sólo muy interesante sino también bastante divertida. Los pequeños detalles que el autor supo regar por las páginas terminan haciendo mucho por la calidad de la obra.
En suma, Una semana de lluvia es una novela recomendable para quienes ya han aprendido a disfrutar de la buena literatura y han comprendido también que casi toda obra buena tiene lados malos, y en este caso lo peor viene a ser la base de la novela: la resolución de un crimen por parte del detective protagonista. Yo recomiendo que no sea leída con muchas expectativas en ese aspecto, porque en ése decepciona, pero sólo en ése.

jueves, 18 de octubre de 2012

Reseña: Rebelión en la granja, de George Orwell


                                   Titulo: Rebelión en la granja
                                   Autor: George Orwell
                                   Año de publicación: 1945

Pocos son los libros sin un ápice de calidad literaria que aun así son lecturas obligatorias para entender o para reírnos -si entender no podemos- de las miserables, corruptas, ruines y despiadadas formas de gobierno que padece el mundo. Rebelión en la granja no es un gran libro ni en tamaño ni en calidad, pero es una fabula con un objetivo claro: enseñar a los lectores que con un Estado que todo lo controle y un colectivismo obligado no se sube al cielo sino que se baja bien pronto al infierno.
George Orwell, un británico decepcionado del comunismo, entendió que criticar el sistema soviético –que ya para 1945 se había cargado a varios millones de inocentes, ¡y los que faltaban!- con ensayos y pruebas de poco o nada servia, así que se inclinó por una obra sencilla, por una fabula satírica, que resultó ser una bofetada bien dada al monstruo porque su librito hasta los idiotas lo podían entender.
Lo que hizo Orwell fue tomar a los personajes más importantes de la URSS: Lenin, Stalin, Trotsky, darles forma de animal -de cerdos, que bien merecido se lo tenían- y escribir la historia de cómo había sido el derrocamiento de Nicolás II, la consolidación de los comunistas en el poder, las intrigas y traiciones por el mejor puesto, las purgas injustificadas que terminaron en crueles genocidios, y la esclavitud a la que fueron sometidos los ciudadanos soviéticos que poco a poco morían de cansancio y de hambre y que antes de eso corrían el riesgo de ser ejecutados si se les ocurría mínimamente discrepar con el régimen.
Si tomamos en cuenta los objetivos de Orwell, y que los cumplió fielmente, es imposible no aceptar que escribió una obra maestra, aunque en el aspecto literario parezca simplona. Su libro es una prueba sencilla e irrefutable de que las buenas intenciones cuando son colectivistas pueden terminar en serios desacuerdos y hasta en terribles crímenes, ¿por qué? Porque el hombre no funciona como creyeron Marx y Lenin, funciona de otra manera, a veces mal y a veces bien, pero así son las cosas.

lunes, 15 de octubre de 2012

Philo Vance, un detective olvidado


                                        Titulo: El caso Garden
                                        Autor: S. S. Van Dine
                                        Año de publicación: 1935

Quizás los amantes de las novelas negras sepan quién es Philo Vance. Yo acabo de enterarme por una novela que leí recientemente, El caso Garden, y que forma parte de la serie de doce que protagonizó en la primera mitad del siglo pasado, más exactamente entre 1926 y 1939.
Vance es, ahorrando palabras, uno de los tantos hijos bastardos de Sherlock Holmes. Su autor, Van Dine, se incorporó a las novelas haciéndole al Watson, pero más serio, mucho menos activo, casi imperceptible, limitándose a su papel de un narrador que presencia los hechos.
En esta entrega, Vance es informado de forma anónima de que algo grave puede pasar dentro de una acaudalada familia neoyorquina, los Garden, cuyos miembros son adictos a apostar en las carreras de caballos. El matrimonio sólo tiene un hijo, Floyd, pero vive con ellos un sobrino huérfano, Woode, quien se ha gastado su fortuna y trata desesperadamente de recuperarla con un golpe de suerte en las apuestas.
Vance se presenta en la casa de los Garden como un viejo conocido un día en que la familia se dispone a apostar a los caballos. Pero no es el único convidado, varias personas, más acaudaladas unas que otras, se dan cita allí para desafiar a la suerte. Woode apuesta el resto de su fortuna a un caballo y sube a la azotea del edificio para escuchar solo los resultados. Cuando anuncian que su caballo ha perdido, se escucha un disparo. Todos corren en su búsqueda y lo encuentran muerto, con una herida en la sien y el arma no lejos de su mano. Todos piensan en suicidio, pero Vance, con apenas ver el cadáver unos segundos, afirma tajantemente que ha sido asesinado.
Después de allí Vance deja de ser un invitado para pasar a ser una especie de dictador dentro de la casa, dando órdenes incluso a los propios Garden y dejando caer sus sospechas en todos los presentes, sin importarle que la mayoría estaban junto a él cuando se escuchó el disparo.
La conducta de Vance, de los demás invitados y la manera en que se desarrollan los acontecimientos, hacen que el lector sospeche de todos. Pero la identidad del verdadero asesino uno la descubre rápidamente, aunque Vance, por estrategia, y Van Dine, para evitar que el lector cierre e libro, tratan de que fundadas sospechas recaigan sobre todos, misión que por algunos momentos consiguen, pero al final el asesino resulta ser quien parece ser desde que se comete el asesinato.
Poniendo en la balanza lo bueno y lo malo, creo que la novela es buena, aunque no brillante, pero tiene su dosis justa de misterios que lo mantienen a uno pegado a sus páginas. Con la calidad de la gran mayoría de las novelas negras que se publican en estos tiempos, El caso Garden viene a ser una pequeñísima luz en la oscuridad, aunque en el estilo más clásico del género.

miércoles, 3 de octubre de 2012

La Alicia de Carroll, un cuento para niños… y para adultos


                                        Titulo: Alicia en el país de las maravillas
                                        Autor: Lewis Carroll
                                        Año de publicación: 1865

El matemático Lewis Carroll, un hombre de mirada melancólica que ya de viejo adquirió más aspecto de general derrotado que de autor de historias para niños, escribió Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas -titulo que después se abreviaría un poco-, un interesante cuento ideal para niños que leen los adultos y que es ya de manera incuestionable un clásico de la literatura universal.
La historia inicia con una niña de nombre Alicia que se queda dormida y sueña que persigue a un extraño conejo blanco por un agujero. Termina sin querer en un mundo raro, en el país de las maravillas, poblado por animales parlantes, cartas de baraja vivientes, una reina que todo lo soluciona dictando condenas a muerte y otros seres raros como cerditos que parecen niños tanto como a veces puede haber niños que parecen cerditos.
Alicia muestra el carácter arrogante de una típica niña inglesa de clase acomodada de su época. No le gusta recibir órdenes y tampoco logran intimidarla; ante todo lo que le parece ilógico se enfada y protesta. Debido a eso se la pasa protestando y enojada casi todo el cuento, porque allí, en el país de las maravillas, todo es ilógico, pero también muy divertido.
La conducta irracional de los personajes resulta ser la columna vertebral del cuento. Nada lógico parece entrarles en la cabeza -que corre peligro todo el tiempo gracias a la temperamental reina-, y por el contrario hacen de cosas absurdas, cuando no estúpidas, reglamentos irrefutables.
Aun con lo infantil que resulta todo, no se puede negar que el cuento es muy bueno, por eso ha trascendido tanto y continua habitando en las librerías de manera ininterrumpida. Es un cuento para niños…, pero ideal para los adultos. Total, siempre se puede leer en privado, y si es en una cafetería, nada cuesta ponerle una cubierta falsa.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Reseña: Drama City, de George Pelecanos


                                         Titulo: Drama City
                                         Autor: George Pelecanos
                                         Año de publicación: 2005

Ésta es la primera novela que leo del norteamericano George Pelecanos. Al principio creí que era una obra rematadamente mala. Fue mejorando páginas más adelante aunque con mucha lentitud. Al final no me pareció del todo mala, se deja leer, es fácilmente digerible, con diálogos breves y pocas descripciones, lo que siempre se le agradece a un autor que no es muy bueno en su oficio.
En la portada figuran las palabras del mismísimo Stephen King diciendo que Pelecanos es “Posiblemente, el mejor escritor norteamericano de novela negra”. Creo que King ya no debería de emprender uno de sus viajes al mundo maravilloso antes de dar sus opiniones, porque en Estados Unidos se han escrito y se siguen escribiendo buenas novelas negras, aunque no es desde luego el caso de Pelecanos.
Pasando a la novela, los protagonistas son Lorenzo Brown y Rachel Lopez, habitantes de Washington, D. C. Lorenzo es un negro expresidiario que ha decidido, tras pasar ocho años en la jaula al ser atrapado vendiendo drogas, cambiar su vida. Trabaja haciendo cumplir la ley en La Sociedad Protectora de Animales, sobreviviendo con su no muy abundante sueldo y viendo indiferente cómo su amigo de toda la vida y antiguo socio continúa liderando en las calles la venta de drogas.
Rachel es una bellísima latina que trabaja como agente de La Condicional, vigilando que los expresidiarios se ganen la vida honradamente. Una de sus ovejas, y la que mejor se porta, es Lorenzo. De día cumple de manera implacable con su trabajo mientras de noche sale en busca de alcohol y sexo de ocasión.
La parte negra inicia cuando uno de los subordinados de Nigel, el antiguo socio de Lorenzo, se equivoca y echa de su esquina a un vendedor de otro jefe mafioso que, según las reglas de la calle, sí debería vender allí. El incidente desata una guerra que no puede terminar sino de manera catastrófica. Por azares del destino, Lorenzo y Rachel llegan a atravesarse en el camino de tipos para los cuales matar es como beber agua.
Aunque no puedo decir que sea una pérdida de tiempo leer esta novela, sí hay que armarse de paciencia para terminarla. La acción tarda más de lo justo en empezar, y cuando llega lo hace de manera muy tímida. Pelecanos, como otros autores, olvida que para escribir novelas negras hay reglas que se deben de seguir si se quiere obtener la credibilidad del lector. Trata de darle a cada personaje un pasado que justifique sus acciones presentes, y eso le funciona más o menos bien; es, de hecho, lo que levanta la novela en algunas partes, pero no demasiado como para que sea buena.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Reseña: La tumba, de H. P. Lovecraft


                                         Titulo: La tumba
                                         Autor: H. P. Lovecraft
                                         Año de publicación: 1922
La tumba es un relato de terror verdaderamente alucinante. Trata sobre un joven raro y ocioso, Jervas, que un día encuentra una cripta que terminará por tragárselo, literalmente. Se obsesiona tanto con ella, que no descansa hasta poder entrar y considerarla como suya, ya que descubre un parentesco entre los muertos que allí residen y él.
Jervas toma el hábito de ir a dormir en la cripta, en un espacio extrañamente vacío, como si esperara aún a su dueño, pero sólo él lo cree así, porque quienes llegan a verlo por las noches contemplan que está de pie, frente a la entrada, mientras la reja permanece totalmente cerrada. 
Para Jervas la explicación de eso es simple: algún poder desde dentro de la  cripta hace que los espías de su padre vean una ilusión, mientras él duerme junto a su familia en el frío y tétrico recinto. La verdad nadie la sabe, y el propio Lovecraft se negó a revelarla.

martes, 25 de septiembre de 2012

Reseña: Memorias de mis putas tristes, de Gabriel García Márquez


                                      Titulo: Memorias de mis putas tristes
                                      Autor: Gabriel García Márquez
                                      Año de publicación: 2004

Ésta es la penúltima novela que ha publicado el gran Gabo; es pues, una obra de vejez, del período más productivo de una mente brillante, pero no deja de ser, en el mejor de los casos, un buen intento que al final no llega a ningún lado.
El argumento, un poco trillado, trata sobre un viejo que a sus noventa siente un nuevo levantamiento en él, o tal vez sólo es un recuerdo de cuando le funcionaba el aparato, o un intento por sentirse vivo. Le entran los deseos de celebrar que le falta una década para ajustar el siglo con una jovencita virgen.
Su proveedora de toda la vida le cumple el capricho al conseguirle una niña de catorce. Al restar catorce a noventa cualquiera puede pensar que por su depravada mente el anciano merece latigazos, castramiento y un cuarto de hora en la hoguera como epilogo, pero no hay razón para asustarse. Esta novela no contiene realidades para indignarse por las injusticias de la vida ni para llorar. Es una novela bien escrita, porque la escribió Gabo, pero no se la puede uno creer. No llega a tanto.
El anciano, más sentimental que calenturiento, se enamora de la chiquilla, y también se enamora por primera vez en su vida. Pero no se enamora de la pasión ni del carácter de ella, sino de él, que no se da cuenta que ni siquiera la conoce y que su adicción a dormir a su lado, sin poseerla, es una manera de anclarse a la vida, no a la del cuerpo, pues tiene salud, pero sí a la facultad de sentirse vivo, cosa que se pierde con las depresiones y con la edad.
Al final la novela no deja de ser decepcionante, porque salvedad echa con algunos párrafos llenos del talento del autor, lo demás parece más un texto de horas de ocio o de una obra que tal vez ni el propio Gabo llega a creer que es suya. Uno pensaría que después de Cien años de soledad él es incapaz de escribir una mala historia, pero sí, sí que puede.
Hace unos años leí que en Irán, donde cuidan la moral con la horca, le cambiaron el titulo al libro publicándolo como Memorias de mis tristes cariñitos. No sé con qué objeto lo hicieron si dentro del libro lo que sobran son putas. El anciano, que en su vida nunca salió a deber un acostón porque nunca tuvo uno por amor, no tiene otro tema mejor de que hablar aparte de su vida estéril y sus putas, algunas no tan tristes.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Reseña: Noches blancas, de Fiódor Dostoievski


                                        Titulo: Noches blancas
                                        Autor: Fiódor Dostoievski
                                        Año de publicación: 1848


…será triste envejecer sin haber vivido, hasta sin haber sufrido…

Dostoievski publicó esta novelita cuando era apenas un joven de veintisiete años. Su talento, que después mejoró, ya está presente en ella, tanto así que deja una profunda tristeza en el lector al terminar la última página, y para lograr eso es necesario que un autor sea bastante bueno en su oficio.
El protagonista es un joven solitario que tiene precisamente la misma edad que Dostoievski cuando escribió la novela. Su soledad es tanta que jamás ha tenido un amigo o una novia. Siente amistad con personas con las que no habla y hasta con objetos inanimados.
Un día conoce a una hermosa joven y se hacen buenos amigos. Él le cuenta sobre su soledad, al no tener nada más que contarle, y ella sobre la rígida disciplina a la que la tiene sometida su abuela y también sobre el hombre al que ama.
La amistad dura poco, sólo cuatro noches en que se encuentran para platicarse sus penas, pero son suficientes para que el protagonista experimente el más loco amor y la más amarga de las decepciones al enamorarse, conquistar a su amada y perderla en unas cuantas horas.
Pero al final, cuando ya han pasado quince años, recuerda con ternura aquella fugaz experiencia, porque por un momento fue feliz y, según sus propias palabras: ¿Un instante de felicidad no es suficiente para toda una vida?
Cuando empecé con esta lectura pensé que quizás podría ser un error meterme en las obras de juventud de Dostoievski. Me equivoqué, desde luego, en esa época el hombre ya era capaz de escribir con la gran maestría que siempre lo caracterizó.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Reseña: El gato negro, de Edgar Allan Poe


                                   Titulo: El gato negro
                                   Autor: Edgar Allan Poe
                                   Año de publicación: 1943

El gato negro fue el primer cuento que leí de Poe. Me dejó impactado, ya que fue allá por mi adolescencia, a los doce o trece años. Desde entonces acostumbro leerlo de vez en cuando, y cada vez lo encuentro más extraordinario, aunque no es precisamente muy de mi gusto la literatura de terror, pero con Poe se pueden hacer algunas excepciones.
La historia nos lleva a conocer a un joven recién casado y de aparentes nobles sentimientos, que siente un profundo cariño por los animales y posee varias mascotas, entre ellas un gato negro, a las que trata con profundo afecto. Pero el vicio del alcoholismo se apodera de él y su personalidad cambia drásticamente.
El protagonista empieza a sentir placer al torturar a sus animales, menos, al principio, a su gato, al que lo une un gran afecto, pero al poco tiempo ya tampoco a éste discrimina. Llega al extremo de sacar un ojo al animal y días más tarde, cuando ya había sanado, de ahorcarlo por el simple placer de verlo morir.
Después del vil ahorcamiento, varios sucesos anormales empiezan a ocurrirle, como el incendio de su casa, de cuya estructura sólo se mantiene en pie un muro que, de manera increíble, tiene la extraña silueta de un gato ahorcado dibujada.
Tras estos acontecimientos la personalidad del protagonista continua evolucionando, llega a sentir remordimientos por su crimen y a buscar a un nuevo gato, al que encuentra de manera extraña, como una especie de aparición, y más extraño aún es que le falta un ojo y tiene un circulo blanco en el cuello, como si allí algo, posiblemente una soga, hubiera hecho mucha presión, tanta que el pelaje negro del animal dejó de existir para dar cabida a uno blanco.
Poco después de adquirir a su nueva mascota, el hombre vive atormentado y con miedo a su gato, recordando quizás las palabras que alguna vez le dijo su mujer: que las brujas habitan en los gatos negros. El desenlace es aterrador, como tendría que serlo un cuento de Poe, el escritor que puso de moda las historias de terror en lengua inglesa.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Reseña: El aristócrata solterón, de Arthur Conan Doyle


                                       Titulo: El aristócrata solterón
                                       Autor: Arthur Conan Doyle
                                       Año de publicación: 1893

Éste es mi favorito de  los relatos protagonizados por el simbólico detective Sherlock Holmes, y eso pese a que también es en el que resuelve el caso de turno de manera más sencilla.
Todo inicia cuando un aristócrata cuarentón, hijo de un duque, contacta con Holmes para que le ayude a encontrar a su esposa, desaparecida el día de la boda a la hora de la comida, antes siquiera de que le hubiera podido echar una mano encima.
Holmes esta vez no sale a la calle a oler las pistas, se conforma con leer en los diarios las noticias referentes al encumbrado novio y su consorte, una joven estadounidense sin la menor educación, pero hija de un afortunado que halló una mina de oro. 
Todo apunta a que la novia fue secuestrada por una antigua amante de su esposo, incluso la policía lo cree. Pero Holmes tiene otra teoría muy diferente. Al entrevistarse el aristócrata con él, le hace unas sencillas preguntas que parecen el preámbulo de una larga investigación, mas el cliente se queda perplejo cuando al preguntar cuándo podrá saber algo sobre el caso escucha al detective decir tranquilamente: “ya lo he resulto”.
El relato es ideal para pasar una tarde, breve, ligero, con misterios no muy enmarañados, pero ameno y todo lo divertido que puede resultar un relato con Sherlock Holmes como protagonista.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Tres películas de El Hobbit



Que los tres gruesos volúmenes de El señor de los anillos hayan dado para una película cada uno es entendible y hasta lógico, también que de los siete libros de Harry Potter se hayan hecho ocho películas. Pero acabo de enterarme de que de El hobbit, que es una novela de extensión regular, se van a hacer tres películas. Eso ya me huele a demasiada hambre de hacer dinero con un libro muy famoso.
En fin, mientras las hagan bien y valga la pena verlas como fue el caso de El señor de los anillos, vengan esas tres. 

viernes, 31 de agosto de 2012

Harry Potter en El código Da Vinci

La saga Harry Potter, ha vendido algo así como 500 millones de ejemplares en todo el mundo (millones más millones menos, qué importa a estas alturas). Ningún libro contemporáneo o clásico la iguala, a excepción de uno que todos sabemos cuál es.
Cuando Dan Brown escribió su alucinógena novela El código Da Vinci seguramente no tenía idea de que sería un superventas. Lo que sí es seguro es que lo soñaba y lo anhelaba, como cualquier escritor con ilusiones, pero hasta ahí. Porque los thrillers son lo que son gracias precisamente a él. Antes de su código vendían tanto como las novelas de ciencia ficción escritas en lengua española.
Por lo anterior es curioso que Brown mencionara a Harry Potter sin saber que su libro sería el único que podría superar a los de Rowling en ventas de manera individual. Porque si bien es cierto que como saga a los libros del niño con varita nada los supera, uno por uno caen ante El código Da Vinci.
La mención se produce precisamente porque a un editor cuando Robert Langdon le menciona al mayor superventas de todos los tiempos cree que se trata de Harry Potter y no de la Biblia.

jueves, 30 de agosto de 2012

Reseña: Primer amor, de Iván Turguénev


                                          Titulo: Primer amor
                                          Autor: Iván Turguénev
                                          Año de publicación: 1860

Erróneamente muchos creen que hasta que se publicó El guardián entre el centeno a mediados del siglo pasado se le empezó a dar importancia a los sentimientos de los adolescentes en la literatura. Naturalmente que no es así, y como ejemplo está Primer amor, pequeña novela llena de sentimentalismo adolescente del ruso Iván Turguénev, publicada hace tanto que Lincoln, de haber querido, habría alcanzado a leerla.
Como protagonista de esta historia tenemos a Vladimir, un jovencito aristócrata ruso, en sus dulces, soñolientos y lecheros dieciséis, hijo único de un hombre reservado y ausente en su papel paternal, como correspondía a la época y a la aristocracia.
La vida para Vladivir no alumbra el menor problema hasta que un día llegan a vivir junto a su finca dos damas aristócratas arruinadas, madre e hija. Zenaida, la hija, a sus veintiuno demuestra ya haberse dado bastantes vueltas en la rueda de la fortuna. Conoce bien a los hombres, tanto así que los explota para fertilizar su vanidad.
A su sequito de admiradores calenturientos y medio enamorados se integra el joven Vladimir. Pronto se enamora perdidamente de ella, sentimiento que su ingenuidad adolescente no logra ocultar siquiera unos días.
Zenaida es de una personalidad enormemente impredecible. Los hombres que la rodean no logran penetrar su coraza, a pesar de que en sus condiciones lo lógico es que busque a un hombre que la saque de pobre, practica bien vista en la aristocracia de la época. Pero ella nada toma en serio. Le gusta dominar a los hombres, saber que mientras no la posean es dueña de su voluntad, inclusive saborea encandilarlos un poco, pero sin llegar a más. O eso parece…
Vladimir pronto descubre que hay algo respeto a su amada que todos los demás pretendientes saben, menos él. Su inocencia y el amor que siente no lo dejan ver más allá de sus narices, donde todos murmuran un secreto de Zenaida que involucra a su propio padre.
Esta novela es un claro ejemplo de cómo escribir buena literatura sin necesidad de enganchar al lector con secretos y más secretos. Aquí todo se sabe desde que inicia y aun así el interés perdura, porque hay un adolescente que va sintiendo cómo le hacen pedazos el corazón, final que todos, primero que nadie los lectores, pueden predecirle. 

jueves, 16 de agosto de 2012

Marilyn Monroe en La jungla de asfalto

La película La jungla de asfalto, adaptada de la novela homónima de W.R. Burnett, fue estrenada en 1950, con Marilyn Monroe como protagonista. Aquí se puede ver lo mal que actuaba entonces pero también se ve que trataba de tapar ese defecto poniendo carita de niña inocente a la que todo se le podía perdonar.
  
                       

viernes, 10 de agosto de 2012

Reseña: La jungla de asfalto, de W.R. Burnett


                                       Titulo: La jungla de asfalto
                                       Autor: W.R. Burnett
                                       Año de publicación: 1949

Hay novelas que llegan a ser clásicos en su género muy merecidamente. La jungla de asfalto es, dentro del género negro, un clásico, logro para el que mucho le ayudó una película estrenada un año después de su publicación protagonizada por la mismísima Marilyn Monroe. El papel de la rubia legendaria fue poco más que mediocre, aunque me imagino que a los espectadores de la época con ver su belleza les bastaba.
Por lo que hace a la novela, no es mala, sino lo que le sigue. No sólo el argumento es más flaco que un perro callejero, hay también muchos errores que traicionan al género al que pertenece. 
El argumento gira en torno a un muy bien planeado robo de joyas. El cerebro que lo planea es un alemán llamado Riedenschneider que radica en los Estados Unidos, donde ya ha cometido algunos crímenes y ha ido a prisión por ello. 
Riedenschneider sale de prisión con su plan bajo el brazo. Pronto se empieza a rodear de una pandilla de delincuentes que, con más ganas unos que otros, deciden participar en el robo por una jugosa parte de lo obtenido. El líder, al que Riedenschneider cede el lugar porque es el que supuestamente pondrá el dinero, es un abogado corrupto, de nombre Emmerich, que también está arruinado y planea quedarse con todo el botín. 
Las cosas salen mal desde el principio, pese a lo bien planeado que tenía todo el alemán. Aunque logran robar las joyas, los inconvenientes van saliendo y los ladrones van cayendo o muriendo uno a uno. 
Si algo salva a esta novela es precisamente el final de algunos de los personajes. Aquí fue donde el autor más se esmeró, varios de los delincuentes, antes de enfrentar a la muerte o a la justicia, se enfrentan a sí mismos, a sus miedos y a sus defectos. 
Con respecto al personaje que Marilyn Monroe interpreta en la película, en la novela aparece bien poco. Es una hermosa joven con espacio de sobra en la cabeza que hace al corrupto abogado Emmerich gastarse su fortuna en ella.
No recomiendo esta novela ni siquiera a los fanáticos del género negro. Pero si hay algo que resaltar aparte de lo poco que se compone en las últimas páginas, es una frase que cito de memoria y que me gustó mucho: Un hombre honrado es la más noble obra de Dios. ¿Será? Yo no sé si es la más noble, pero sí es una gran obra, de Dios, y del hombre, claro.

martes, 7 de agosto de 2012

Reseña: Doña Berta, de Leopoldo Alas “Clarín”

                                       Titulo: Doña Berta
                                       Autor: Leopoldo Alas “Clarín”
                                       Año de publicación: 1892

Pocas novelas cortas logran meterse tan dentro del lector, herirlo, hacer que sufra con los personajes, que se compadezca de ellos, porque para lograrlo es necesario que el lector los conozca mucho, los vaya queriendo poco a poco, y en una novela corta tal cosa es… muy difícil.
En el caso de Doña Berta, pequeña novelita que hace querer tener pañuelos a la mano, puedo suponer que su autor logra sensibilizar profundamente a todo aquél que la lee. No es para menos porque se trata de una obra muy triste, y gracias a ello también muy digna de ser leída.
En un rincón escondido del norte de España, donde no llegaron ni los moros ni los romanos, vive la muy ilustre Doña Berta de Rondaliego, acompañada únicamente por su vieja sirvienta, tan vieja como ella, y su gato.
Doña Berta guarda un triste secreto. Siendo muy joven llegó a su casa un soldado herido, del que se enamoró y se embarazó. Terminada su obra, el soldado volvió a la guerra y Berta no volvió a saber de él. Sus hermanos, antes crueles que deshonrados, le arrebataron a su hijo cuando apenas le había salido del vientre y lo escondieron donde jamás pudo encontrarlo.
Ya convertida en una anciana, y habiendo enterrado a todos sus hermanos sin haberles arrebatado el secreto, llega hasta Berta un pintor que le enseña un boceto de un hombre al que ha retratado recientemente. La anciana ve allí el rostro de su amado y deduce, sin más averiguaciones (que tampoco tiene posibilidad de hacer), que ese hombre es su hijo.
Aquel boceto de un retrato resulta ser el combustible que la anciana Doña Berta necesita para abandonar su hogar, del que nunca  ha salido, despedir a su fiel criada, vender todo su patrimonio y dirigirse a Madrid sola (con su gato, que es casi lo mismo), con la única intención de encontrar algo de aquél o de aquello que le recuerda a su soldado y que está segura de que es su hijo.
La tristeza que transmite Doña Berta sola en una ciudad que no conoce y la aterroriza con sus ruidos, sin un amigo o conocido a quien poder acudir en sus peores momentos, es un enorme logro literario de Leopoldo Alas “Clarín”, el maestro que todo mundo conoce gracias a La Regenta.

lunes, 6 de agosto de 2012

Reseña: La hija de Jefté, de Lion Feuchtwanger


                                          Titulo: La hija de Jefté
                                          Autor: Lion Feuchtwanger
                                          Año de publicación: 1957

Lion Feuchtwanger fue un escritor que tuvo la mala suerte de ser un judío alemán en tiempos de la Alemania Nazi y la buena suerte de sobrevivir a esa terrible época aun cuando los nazis lo habían catalogado como el enemigo público número uno y se habían propuesto exterminarlo.
En La hija de Jefté el autor se regresa hasta la época del antiguo Israel, su patria por antonomasia, y retoma el mito bíblico del juez Jefté, el mismo que supuestamente sacrificó a su propia hija para agradecer a Yavé el haber salido victorioso en una cruenta batalla.
El Jefté de Feuchtwanger es un hombre considerablemente astuto. Aun siendo hijo bastardo del juez Galaad, logra colocarse por encima de sus tres hermanastros legítimos y tomar el control del ejército de su tribu para luchas contra los amonitas.
En su primer baño de acero, Jefté, viéndose casi perdido, promete a Yavé que si logra ganar la batalla, sacrificará al primer ser humano que vea si vuelve victorioso a su pueblo. Y es su hija Ja’ala, su única hija, el ser que más ama en la vida, quien sale a recibir a su padre que llega triunfante.
Feuchtwanger juega de manera excelente con los sentimientos del personaje. Jefté es un hombre muy propio de su época, que a todos puede engañar, manipular, con un férreo orgullo que no acepta humillaciones ni imposiciones, ¿pero es capaz de oponerse a su Dios? En una época en que la divinidad era artífice incuestionable de todo cuanto ocurría, bueno o malo, que podía castigar con crueldad a quienes no le prestaran fiel obediencia, ¿podía Jefte, un hombre profundamente religioso, negarse a darle lo prometido sabiendo que eso causaría su furia?
La hija de Jefté es una bien escrita novela que nos regresa allá cuando la voluntad de Dios para los hombres no era un pretexto, sino una verdad. Perderse en sus poco más de 400 páginas es un ejercicio que reditúa un poco de tristeza, aunque también deja la satisfacción de haber leído una obra literaria bien lograda.