lunes, 15 de octubre de 2012

Philo Vance, un detective olvidado


                                        Titulo: El caso Garden
                                        Autor: S. S. Van Dine
                                        Año de publicación: 1935

Quizás los amantes de las novelas negras sepan quién es Philo Vance. Yo acabo de enterarme por una novela que leí recientemente, El caso Garden, y que forma parte de la serie de doce que protagonizó en la primera mitad del siglo pasado, más exactamente entre 1926 y 1939.
Vance es, ahorrando palabras, uno de los tantos hijos bastardos de Sherlock Holmes. Su autor, Van Dine, se incorporó a las novelas haciéndole al Watson, pero más serio, mucho menos activo, casi imperceptible, limitándose a su papel de un narrador que presencia los hechos.
En esta entrega, Vance es informado de forma anónima de que algo grave puede pasar dentro de una acaudalada familia neoyorquina, los Garden, cuyos miembros son adictos a apostar en las carreras de caballos. El matrimonio sólo tiene un hijo, Floyd, pero vive con ellos un sobrino huérfano, Woode, quien se ha gastado su fortuna y trata desesperadamente de recuperarla con un golpe de suerte en las apuestas.
Vance se presenta en la casa de los Garden como un viejo conocido un día en que la familia se dispone a apostar a los caballos. Pero no es el único convidado, varias personas, más acaudaladas unas que otras, se dan cita allí para desafiar a la suerte. Woode apuesta el resto de su fortuna a un caballo y sube a la azotea del edificio para escuchar solo los resultados. Cuando anuncian que su caballo ha perdido, se escucha un disparo. Todos corren en su búsqueda y lo encuentran muerto, con una herida en la sien y el arma no lejos de su mano. Todos piensan en suicidio, pero Vance, con apenas ver el cadáver unos segundos, afirma tajantemente que ha sido asesinado.
Después de allí Vance deja de ser un invitado para pasar a ser una especie de dictador dentro de la casa, dando órdenes incluso a los propios Garden y dejando caer sus sospechas en todos los presentes, sin importarle que la mayoría estaban junto a él cuando se escuchó el disparo.
La conducta de Vance, de los demás invitados y la manera en que se desarrollan los acontecimientos, hacen que el lector sospeche de todos. Pero la identidad del verdadero asesino uno la descubre rápidamente, aunque Vance, por estrategia, y Van Dine, para evitar que el lector cierre e libro, tratan de que fundadas sospechas recaigan sobre todos, misión que por algunos momentos consiguen, pero al final el asesino resulta ser quien parece ser desde que se comete el asesinato.
Poniendo en la balanza lo bueno y lo malo, creo que la novela es buena, aunque no brillante, pero tiene su dosis justa de misterios que lo mantienen a uno pegado a sus páginas. Con la calidad de la gran mayoría de las novelas negras que se publican en estos tiempos, El caso Garden viene a ser una pequeñísima luz en la oscuridad, aunque en el estilo más clásico del género.

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