martes, 23 de octubre de 2012

Reseña: Una semana de lluvia, de Francisco García Pavón


                                   Titulo: Una semana de lluvia
                                   Autor: Francisco García Pavón
                                   Año de publicación: 1970

Francisco García Pavón fue de alguna manera el precursor del género policíaco en la literatura española. Sus historias son un tanto originales, ya que no situó sus crímenes y sus investigaciones en una metrópoli como Barcelona o Madrid, sino en su pueblo natal, Tomelloso, y su detective fue el jefe de la guardia municipal, Manuel González, alias Plinio, acompañado de su fiel ayudante, don Lotario.
Aunque la crítica ha querido separar casi de manera radical a Plinio de Sherlock Holmes, no se puede negar cierta influencia del inglés sobre el español, tan siquiera por la existencia del fiel don Lotario, quien como Watson es médico (aunque de animales). Y es que una característica casi obligatoria en todos los hijos bastardos del Holmes era precisamente un ayudante fiel, gris y a veces medio tontorrón que venía a hacerla de narrador y en este caso de chofer de su señor.
Una semana de lluvia es una novela que me ha encantado y me ha decepcionado. Y vaya por delante que pocas novelas logran ambas cosas. Inicia con un entramado interesante. En Tomelloso, justo cuando una constante lluvia que se prolonga por días arruina la feria, surgen casos extraños de mujeres que se suicidan embarazadas o que cuando menos le han dado gusto al cuerpo recientemente. Esto hace correr rápido el rumor de que en el pueblo anda un semental suelto que a sus elegidas les exige guardar el secreto y ellas, fieles, prefieren suicidarse antes de revelar quién las ha deshonrado.
A los suicidios y preñadas se viene a sumar un asesinato en condiciones más que extrañas, inoportunas, y Plinio, ignorando la lluvia y los problemas que le causa, da inicio a una investigación en la que nada cuadra. Mientras tanto, los habitantes de Tomelloso claman porque sea castigado el follador desconocido que donde pone el ojo pone el falo y embaraza a la primera embestida. O al menos eso se cree.
Francisco García Pavón en esta novela explora dos géneros: el policíaco y el costumbrista. En el primero el fracaso es notable. No hay suspenso para el lector, no hace interesante a ninguno de los sospechosos, no hay un ligue entre las diferentes pistas y al final la resolución de los crímenes es apresurada, por decir lo menos.
Pero haciendo la evaluación desde el género costumbrista, no puedo menos que decir que la novela es de calidad notable. García Pavón hace un retrato bastante agradable del español rural de los 70s; nos dibuja a personajes simples, con sus problemas, sus sueños, sus miserias y sus apetitos de todo tipo. En este aspecto la novela no es sólo muy interesante sino también bastante divertida. Los pequeños detalles que el autor supo regar por las páginas terminan haciendo mucho por la calidad de la obra.
En suma, Una semana de lluvia es una novela recomendable para quienes ya han aprendido a disfrutar de la buena literatura y han comprendido también que casi toda obra buena tiene lados malos, y en este caso lo peor viene a ser la base de la novela: la resolución de un crimen por parte del detective protagonista. Yo recomiendo que no sea leída con muchas expectativas en ese aspecto, porque en ése decepciona, pero sólo en ése.

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