viernes, 31 de agosto de 2012

Harry Potter en El código Da Vinci

La saga Harry Potter, ha vendido algo así como 500 millones de ejemplares en todo el mundo (millones más millones menos, qué importa a estas alturas). Ningún libro contemporáneo o clásico la iguala, a excepción de uno que todos sabemos cuál es.
Cuando Dan Brown escribió su alucinógena novela El código Da Vinci seguramente no tenía idea de que sería un superventas. Lo que sí es seguro es que lo soñaba y lo anhelaba, como cualquier escritor con ilusiones, pero hasta ahí. Porque los thrillers son lo que son gracias precisamente a él. Antes de su código vendían tanto como las novelas de ciencia ficción escritas en lengua española.
Por lo anterior es curioso que Brown mencionara a Harry Potter sin saber que su libro sería el único que podría superar a los de Rowling en ventas de manera individual. Porque si bien es cierto que como saga a los libros del niño con varita nada los supera, uno por uno caen ante El código Da Vinci.
La mención se produce precisamente porque a un editor cuando Robert Langdon le menciona al mayor superventas de todos los tiempos cree que se trata de Harry Potter y no de la Biblia.

jueves, 30 de agosto de 2012

Reseña: Primer amor, de Iván Turguénev


                                          Titulo: Primer amor
                                          Autor: Iván Turguénev
                                          Año de publicación: 1860

Erróneamente muchos creen que hasta que se publicó El guardián entre el centeno a mediados del siglo pasado se le empezó a dar importancia a los sentimientos de los adolescentes en la literatura. Naturalmente que no es así, y como ejemplo está Primer amor, pequeña novela llena de sentimentalismo adolescente del ruso Iván Turguénev, publicada hace tanto que Lincoln, de haber querido, habría alcanzado a leerla.
Como protagonista de esta historia tenemos a Vladimir, un jovencito aristócrata ruso, en sus dulces, soñolientos y lecheros dieciséis, hijo único de un hombre reservado y ausente en su papel paternal, como correspondía a la época y a la aristocracia.
La vida para Vladivir no alumbra el menor problema hasta que un día llegan a vivir junto a su finca dos damas aristócratas arruinadas, madre e hija. Zenaida, la hija, a sus veintiuno demuestra ya haberse dado bastantes vueltas en la rueda de la fortuna. Conoce bien a los hombres, tanto así que los explota para fertilizar su vanidad.
A su sequito de admiradores calenturientos y medio enamorados se integra el joven Vladimir. Pronto se enamora perdidamente de ella, sentimiento que su ingenuidad adolescente no logra ocultar siquiera unos días.
Zenaida es de una personalidad enormemente impredecible. Los hombres que la rodean no logran penetrar su coraza, a pesar de que en sus condiciones lo lógico es que busque a un hombre que la saque de pobre, practica bien vista en la aristocracia de la época. Pero ella nada toma en serio. Le gusta dominar a los hombres, saber que mientras no la posean es dueña de su voluntad, inclusive saborea encandilarlos un poco, pero sin llegar a más. O eso parece…
Vladimir pronto descubre que hay algo respeto a su amada que todos los demás pretendientes saben, menos él. Su inocencia y el amor que siente no lo dejan ver más allá de sus narices, donde todos murmuran un secreto de Zenaida que involucra a su propio padre.
Esta novela es un claro ejemplo de cómo escribir buena literatura sin necesidad de enganchar al lector con secretos y más secretos. Aquí todo se sabe desde que inicia y aun así el interés perdura, porque hay un adolescente que va sintiendo cómo le hacen pedazos el corazón, final que todos, primero que nadie los lectores, pueden predecirle. 

jueves, 16 de agosto de 2012

Marilyn Monroe en La jungla de asfalto

La película La jungla de asfalto, adaptada de la novela homónima de W.R. Burnett, fue estrenada en 1950, con Marilyn Monroe como protagonista. Aquí se puede ver lo mal que actuaba entonces pero también se ve que trataba de tapar ese defecto poniendo carita de niña inocente a la que todo se le podía perdonar.
  
                       

viernes, 10 de agosto de 2012

Reseña: La jungla de asfalto, de W.R. Burnett


                                       Titulo: La jungla de asfalto
                                       Autor: W.R. Burnett
                                       Año de publicación: 1949

Hay novelas que llegan a ser clásicos en su género muy merecidamente. La jungla de asfalto es, dentro del género negro, un clásico, logro para el que mucho le ayudó una película estrenada un año después de su publicación protagonizada por la mismísima Marilyn Monroe. El papel de la rubia legendaria fue poco más que mediocre, aunque me imagino que a los espectadores de la época con ver su belleza les bastaba.
Por lo que hace a la novela, no es mala, sino lo que le sigue. No sólo el argumento es más flaco que un perro callejero, hay también muchos errores que traicionan al género al que pertenece. 
El argumento gira en torno a un muy bien planeado robo de joyas. El cerebro que lo planea es un alemán llamado Riedenschneider que radica en los Estados Unidos, donde ya ha cometido algunos crímenes y ha ido a prisión por ello. 
Riedenschneider sale de prisión con su plan bajo el brazo. Pronto se empieza a rodear de una pandilla de delincuentes que, con más ganas unos que otros, deciden participar en el robo por una jugosa parte de lo obtenido. El líder, al que Riedenschneider cede el lugar porque es el que supuestamente pondrá el dinero, es un abogado corrupto, de nombre Emmerich, que también está arruinado y planea quedarse con todo el botín. 
Las cosas salen mal desde el principio, pese a lo bien planeado que tenía todo el alemán. Aunque logran robar las joyas, los inconvenientes van saliendo y los ladrones van cayendo o muriendo uno a uno. 
Si algo salva a esta novela es precisamente el final de algunos de los personajes. Aquí fue donde el autor más se esmeró, varios de los delincuentes, antes de enfrentar a la muerte o a la justicia, se enfrentan a sí mismos, a sus miedos y a sus defectos. 
Con respecto al personaje que Marilyn Monroe interpreta en la película, en la novela aparece bien poco. Es una hermosa joven con espacio de sobra en la cabeza que hace al corrupto abogado Emmerich gastarse su fortuna en ella.
No recomiendo esta novela ni siquiera a los fanáticos del género negro. Pero si hay algo que resaltar aparte de lo poco que se compone en las últimas páginas, es una frase que cito de memoria y que me gustó mucho: Un hombre honrado es la más noble obra de Dios. ¿Será? Yo no sé si es la más noble, pero sí es una gran obra, de Dios, y del hombre, claro.

martes, 7 de agosto de 2012

Reseña: Doña Berta, de Leopoldo Alas “Clarín”

                                       Titulo: Doña Berta
                                       Autor: Leopoldo Alas “Clarín”
                                       Año de publicación: 1892

Pocas novelas cortas logran meterse tan dentro del lector, herirlo, hacer que sufra con los personajes, que se compadezca de ellos, porque para lograrlo es necesario que el lector los conozca mucho, los vaya queriendo poco a poco, y en una novela corta tal cosa es… muy difícil.
En el caso de Doña Berta, pequeña novelita que hace querer tener pañuelos a la mano, puedo suponer que su autor logra sensibilizar profundamente a todo aquél que la lee. No es para menos porque se trata de una obra muy triste, y gracias a ello también muy digna de ser leída.
En un rincón escondido del norte de España, donde no llegaron ni los moros ni los romanos, vive la muy ilustre Doña Berta de Rondaliego, acompañada únicamente por su vieja sirvienta, tan vieja como ella, y su gato.
Doña Berta guarda un triste secreto. Siendo muy joven llegó a su casa un soldado herido, del que se enamoró y se embarazó. Terminada su obra, el soldado volvió a la guerra y Berta no volvió a saber de él. Sus hermanos, antes crueles que deshonrados, le arrebataron a su hijo cuando apenas le había salido del vientre y lo escondieron donde jamás pudo encontrarlo.
Ya convertida en una anciana, y habiendo enterrado a todos sus hermanos sin haberles arrebatado el secreto, llega hasta Berta un pintor que le enseña un boceto de un hombre al que ha retratado recientemente. La anciana ve allí el rostro de su amado y deduce, sin más averiguaciones (que tampoco tiene posibilidad de hacer), que ese hombre es su hijo.
Aquel boceto de un retrato resulta ser el combustible que la anciana Doña Berta necesita para abandonar su hogar, del que nunca  ha salido, despedir a su fiel criada, vender todo su patrimonio y dirigirse a Madrid sola (con su gato, que es casi lo mismo), con la única intención de encontrar algo de aquél o de aquello que le recuerda a su soldado y que está segura de que es su hijo.
La tristeza que transmite Doña Berta sola en una ciudad que no conoce y la aterroriza con sus ruidos, sin un amigo o conocido a quien poder acudir en sus peores momentos, es un enorme logro literario de Leopoldo Alas “Clarín”, el maestro que todo mundo conoce gracias a La Regenta.

lunes, 6 de agosto de 2012

Reseña: La hija de Jefté, de Lion Feuchtwanger


                                          Titulo: La hija de Jefté
                                          Autor: Lion Feuchtwanger
                                          Año de publicación: 1957

Lion Feuchtwanger fue un escritor que tuvo la mala suerte de ser un judío alemán en tiempos de la Alemania Nazi y la buena suerte de sobrevivir a esa terrible época aun cuando los nazis lo habían catalogado como el enemigo público número uno y se habían propuesto exterminarlo.
En La hija de Jefté el autor se regresa hasta la época del antiguo Israel, su patria por antonomasia, y retoma el mito bíblico del juez Jefté, el mismo que supuestamente sacrificó a su propia hija para agradecer a Yavé el haber salido victorioso en una cruenta batalla.
El Jefté de Feuchtwanger es un hombre considerablemente astuto. Aun siendo hijo bastardo del juez Galaad, logra colocarse por encima de sus tres hermanastros legítimos y tomar el control del ejército de su tribu para luchas contra los amonitas.
En su primer baño de acero, Jefté, viéndose casi perdido, promete a Yavé que si logra ganar la batalla, sacrificará al primer ser humano que vea si vuelve victorioso a su pueblo. Y es su hija Ja’ala, su única hija, el ser que más ama en la vida, quien sale a recibir a su padre que llega triunfante.
Feuchtwanger juega de manera excelente con los sentimientos del personaje. Jefté es un hombre muy propio de su época, que a todos puede engañar, manipular, con un férreo orgullo que no acepta humillaciones ni imposiciones, ¿pero es capaz de oponerse a su Dios? En una época en que la divinidad era artífice incuestionable de todo cuanto ocurría, bueno o malo, que podía castigar con crueldad a quienes no le prestaran fiel obediencia, ¿podía Jefte, un hombre profundamente religioso, negarse a darle lo prometido sabiendo que eso causaría su furia?
La hija de Jefté es una bien escrita novela que nos regresa allá cuando la voluntad de Dios para los hombres no era un pretexto, sino una verdad. Perderse en sus poco más de 400 páginas es un ejercicio que reditúa un poco de tristeza, aunque también deja la satisfacción de haber leído una obra literaria bien lograda.