Titulo: Primer amor
Autor: Iván Turguénev
Año de
publicación: 1860
Erróneamente
muchos creen que hasta que se publicó El
guardián entre el centeno a mediados del siglo pasado se le empezó a dar
importancia a los sentimientos de los adolescentes en la literatura.
Naturalmente que no es así, y como ejemplo está Primer amor, pequeña novela llena de sentimentalismo adolescente
del ruso Iván Turguénev, publicada hace tanto que Lincoln, de haber querido,
habría alcanzado a leerla.
Como
protagonista de esta historia tenemos a Vladimir, un jovencito aristócrata
ruso, en sus dulces, soñolientos y lecheros dieciséis, hijo único de un hombre
reservado y ausente en su papel paternal, como correspondía a la época y a la
aristocracia.
La vida
para Vladivir no alumbra el menor problema hasta que un día llegan a vivir
junto a su finca dos damas aristócratas arruinadas, madre e hija. Zenaida, la
hija, a sus veintiuno demuestra ya haberse dado bastantes vueltas en la rueda
de la fortuna. Conoce bien a los hombres, tanto así que los explota para
fertilizar su vanidad.
A su
sequito de admiradores calenturientos y medio enamorados se integra el joven
Vladimir. Pronto se enamora perdidamente de ella, sentimiento que su ingenuidad
adolescente no logra ocultar siquiera unos días.
Zenaida es
de una personalidad enormemente impredecible. Los hombres que la rodean no
logran penetrar su coraza, a pesar de que en sus condiciones lo lógico es que
busque a un hombre que la saque de pobre, practica bien vista en la
aristocracia de la época. Pero ella nada toma en serio. Le gusta dominar a los
hombres, saber que mientras no la posean es dueña de su voluntad, inclusive saborea encandilarlos un poco, pero sin llegar a más. O eso parece…
Vladimir
pronto descubre que hay algo respeto a su amada que todos los demás
pretendientes saben, menos él. Su inocencia y el amor que siente no lo dejan
ver más allá de sus narices, donde todos murmuran un secreto de Zenaida que
involucra a su propio padre.
Esta novela es un claro ejemplo de cómo escribir buena literatura sin necesidad de enganchar al lector con secretos y más secretos. Aquí todo se sabe desde que inicia y aun así el interés perdura, porque hay un adolescente que va sintiendo cómo le hacen pedazos el corazón, final que todos, primero que nadie los lectores, pueden predecirle.
Esta novela es un claro ejemplo de cómo escribir buena literatura sin necesidad de enganchar al lector con secretos y más secretos. Aquí todo se sabe desde que inicia y aun así el interés perdura, porque hay un adolescente que va sintiendo cómo le hacen pedazos el corazón, final que todos, primero que nadie los lectores, pueden predecirle.
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