miércoles, 7 de noviembre de 2012

Reseña: Drácula, de Bram Stoker


                                       Titulo: Drácula
                                       Autor: Bram Stoker
                                       Año de publicación: 1897

Drácula es una de las novelas más leídas de todos los tiempos. Es despreciada y bien valorada; tiene grandezas y miserias, morales y literarias, y sobre todo tiene el privilegio de ser ya uno de los clásicos de la literatura, traducida a un nada despreciable número de idiomas y llevada al cine en versiones poco y nada fieles, pero que no dejan de ser Drácula, un nombre y un titulo que está asociado de manera inseparable a los seres chupa sangre.
Estamos frente a una historia narrada de manera epistolar. Todo lo que sabemos es por cartas, diarios, artículos periodísticos, informes y demás textos escritos por los diferentes personajes que aparecen en la novela.
Todo inicia con el diario de Jonathan Harker, un joven abogado londinense que es enviado por su jefe a Transilvania para que ponga al corriente de sus adquisiciones a un acaudalado conde que vive en un milenario castillo incrustado en una montaña.
Harker llega al castillo del conde Drácula con miedo. Ya antes de llegar los pobladores de esas inhóspitas regiones le habían dejado claro cuánto miedo le tenían. Al principio descubre en su cliente a un anciano sumamente educado, culto y evidentemente muy rico, con sus rarezas, pero quizás asociables a su país.
Al poco tiempo las impresiones de Harker cambian rotundamente. Según puede ver, el conde no come, tiene la fuerza de veinte hombres, no se refleja en los espejos, puede trepar por los muros de su castillo con la facilidad de una araña y es infinitamente malvado. Pero hay algo aún peor que eso. Drácula pretende ir a Londres y evidentemente no lleva las mejores intenciones.
Pasados los primeros capítulos de la novela, que corresponden al diario de Harker, la narración continúa por medio de cartas y diarios de habitantes de Londres y Whitby. Algo extraño pasa allí. Un barco cargado de desgracias y muertos llegó al puerto de Whitby y a raíz de eso empiezan a ocurrir cosas muy raras. Mina Murray, la novia de Jonathan Harker, y su amiga Lucy Westenra empiezan a ser rodeadas por un extraño ser y por un ambiente terriblemente escalofriante. Al poco tiempo Lucy enferma, tiene por las noches horribles pesadillas y lleva dos pequeños orificios en el cuello que no cicatrizan, como si cada día alguien los renovara.
El prometido de Lucy, Arthur Holmwood, y su amigo John Seward, también enamorado de ella, ante la rareza de los acontecimientos, deciden pedir ayuda a un personaje experto en enfermedades misteriosas que puede hallar una luz en la oscuridad.
El indicado es el doctor Abraham van Helsing, un misterioso personaje que al poco tiempo descubre que hay en Londres un vampiro, que es infinitamente poderoso y astuto y que si no se le detiene sembrará la ciudad de muertos y de muertos vivientes, como él.
Sin duda Drácula es una novela interesante. Tiene un argumento que en su época resultó muy original. Es la base y plataforma de la literatura vampirica que tanta fuerza ha cobrado en nuestros días, pero también es una novela con sobrados errores que Stoker no supo evitar y que la acompañan y  sirven para que a veces la crítica le dé tremendas sacudidas.

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